Todos sabemos que a medida que nos hacemos mayores, resulta más difícil mantener el cuerpo y el peso de nuestra juventud. Nuestro metabolismo cambia y también nuestro estilo de vida. Nos saltamos las comidas, desayunamos poco, cenamos tarde y pesadamente, comemos comida procesada, bebemos muchos productos con altos contenidos en azúcar, etc. No importa cuántos días vayas al gimnasio y cuantos tipos de dietas hagas, no vas a tener el peso y la figura ideal si primero no cambias tus hábitos alimenticios.
En mi caso, a pesar de que hago bastante deporte, tiendo a acumular libras de más en la zona del estomago. Tras un largo tiempo de quejas y excusas, encontré el valor para poner en práctica todo lo que compartía con la gente a través de la radio y tomar las decisiones necesarias para hacer un cambio definitivo y positivo en mi vida. Mi momento había llegado y tenía que pasar a la acción.
Ese cambio vino de la mano...